Muchas personas tienen la costumbre
cuando se van de viaje o de vacaciones, de retratar las vistas que tienen desde
las distintas ventanas de los lugares que van visitando.
“Esto es lo que se veía desde la
ventana del hotel, del departamento…” es una frase que escuchamos a
menudo cuando alguien nos muestra las fotos de sus vacaciones.
No queríamos ser menos y se nos
ocurrió inaugurar esta sección en el blog contando las distintas vistas que
tenemos desde las ventanas de nuestra casita.
Si bien hay varias ventanas, cada
una con su vista diferente, para empezar elegí
ésta. La de los juegos de la Granja Tía Nora.
Y por supuesto que esta vista me
lleva a hablarle directamente a ese peque hermoso de campera roja que está ahí
subido a los juegos.
Estoy sentada a la mesa. Es de
tarde, ya hemos jugado a varias cosas y de repente me decís: “yo ya vengo, voy
a los juegos”. Entonces aprovecho y me pongo en la compu a leer cosas
pendientes.
De repente levanto los ojos y te
veo jugando con otros chicos. Solo, con tus tiempos y con tus palabras te
hiciste un amigo. No hay nada más lindo que ver a un hijo disfrutar jugando,
inventando historias, haciendo hablar a los muñecos…
Ahí te veo que venís corriendo a
contarme algo. “Mamá me hice un amiguito, me voy a jugar!!!”. Y me encanta
escuchar estas palabras, verte la carita con esa sonrisa que no entra de tan
grande! Después pienso que este es un signo de estar creciendo, de estar
buscando tu lugar, tu forma de ser. Quizás hace un tiempito me necesitabas como
interlocutora pero a medida que pasa el tiempo, te vas independizando. Esto me
pone muy feliz y orgullosa. No me gustan las etiquetas pero a veces las palabras
salen y una se arrepiente después de haberlas dicho, “es tímido”, “tiene
vergüenza”. No sé por qué las madres tendemos a etiquetar a nuestros hijos,
muchas veces en simples charlas de plaza, “ah no, mi hijo es muy sociable”, “mi
hijo es muy independiente”, “al mio le cuesta un poquito”. Si nos ponemos a pensar nosotros mismos no
somos los mismos en los distintos lugares que seguramente frecuentamos. Habrá
lugares donde nos sentimos más a gusto y charlamos por demás y habrá otros
donde pasamos por tímidos!
Por eso hijo, agradezco que vos
sólo con tus actitudes me has enseñado que cada uno tiene sus tiempos y
necesidades, y que eso de las etiquetas me lo guardo para la ropa!
Parece que los juegos han
terminado porque acá venís otra vez corriendo, los cachetes colorados y los
pelos transpirados. “Má, se fueron los nenes, vamo´ a ver unos videítos?” y ese
tono sanjuanino que te sale que se te mezcla con el porteño y bueno, no me
queda otra que terminar este post y comerte la carita a besos. Aunque como ya estas
más independiente y grande, ya tanto no te gustan mis besos. Y bueno… pero en
eso me cuesta respetarte! Je je.