El pasado
24 de marzo Inti cumplió 6 meses. Mi idea era que este relato estuviera listo
para esa fecha pero no pude. Igualmente escribo hoy lo que hubiera escrito ese
día.
24 de
marzo, 6 meses de vida en este loco mundo, hija; 6 meses de puro amor, de maravillarnos
en los gestos, en las miradas, 6 meses de gozo, de lágrimas, 6 meses con el
corazón abierto de tanto galopar.
24 de
marzo, 38 años del comienzo de un genocidio loco, hija; del comienzo del
terror, la desconfianza, la masacre, el horror. Hay que recordar para no
olvidar, hay que recordar para que no pase nunca más.
Hay
muchas formas de cambiar el mundo o al menos muchas ideas de cómo cambiarlas.
Aquellos jóvenes tenían las suyas. Hoy, muchos dicen que para cambiar el mundo
tenemos que cambiar la forma de nacer. No sabemos si será verdad pero nosotros
por las dudas pusimos nuestro granito de arena.
A 6 meses
de tu nacimiento dejo el relato de tu llegada a nuestras vidas. Para no
olvidar, quizás algo cambie….
¡El parto fue nuestro!
La decisión de tener un parto en casa la tomamos
con Javi una vez embarazados, pero la idea venia rondando en mi cabeza hacía
bastante tiempo. A partir de empezar a leer libros, artículos, blogs,
comentarios, experiencias, la idea fue pasando de mi cabeza a sentirla en mi
cuerpo y llego un momento que no podía imaginarme este parto de otra manera. La
seguridad estaba en casa junto a mi compañero, junto a nuestro hijo, junto a
nuestras cosas. Y también por supuesto junto al equipo de parteros quienes
apenas los conocimos pasaron a formar parte de nuestros afectos.
El equipo fue el de “Parir en casa” y fue así,
conocer a Fran y a Vendi primero, después a Dani y a Naty, nos hizo terminar de
decidirnos. Parto en casa!!! Y … con
ellos. Los 4 son esas personas que
cuando uno las ve, siente que las conoce de toda la vida.
Mi fecha probable de parto era entre el 9 y el 12
de octubre si bien las señoras en la calle me decían que las nenas se
adelantan, yo me sentía una mamá de octubre. Tahiel, nuestro primer hijo es del
29 de octubre así que Inti sería de los primeros días de octubre!
Pero el 23 de septiembre por la noche empecé a
perder el tapón mucoso. Al otro día 24, era el cumple de Javi y teníamos
pensado hacer un picnic en el parque Saavedra, ir a buscar la pelota de
esferodinamia para el trabajo de parto (habíamos escuchado que ayudaba a
relajar) y el caloventor que habíamos comprado para mantener la casa calentita
los primeros días de Inti. Pero… uno planea y los hijos disponen!!!
Así fue que le digo a Javi, no será que Inti quiere
nacer en tu cumple? No! Si falta un montón! Bueno, tipo 23 hs me acosté con
Tahi a leer cuentos y se quedó dormido. Empezaron algunas contracciones más
dolorosas y el tapón mucoso seguía saliendo, ahora también con sangre. Lo mismo
me había pasado en el trabajo de parto con Tahi. Yo tendría que haberme dado
cuenta que era el día!!! Pero como que pensaba…no, seguro que esto pasa. Por
las dudas un poco más de las 12 le mandé mensaje a Fran. Estoy perdiendo el
tapón y contracciones cada 15 min. Espero que pasen, le puse. Fran nos contesto, buenísimo! Traten de
descansar. Estamos para todo lo que necesiten. Así que Javi me dice, vamos a
hacerle caso, acostémonos. Nos acostamos pero yo seguía con las contracciones
cada 15 minutos, así que mucho no podía dormir. Pero me decía bueno… ya van a
parar. Pero…no paraban…
A eso de las 3 de la mañana empezaron cada 10
minutos y más dolorosas. Me levante y me fui a la ducha. Javi se despertó y me
dijo empecemos a controlar. Pero a ninguno se le ocurría llamar a los
parteros!!!! No podíamos creer todavía
que ese fuera el día, si faltaba un montón. El chorro de la ducha directo sobre
mi cintura me aliviaba un montón, me quedé un rato ahí tratando de relajarme. Inti
me estaba avisando que había decidido nacer ese día y yo todavía no lo podía
creer!!! Después volví a la cama. Y las contracciones seguían cada 10 minutos.
Eran bastante dolorosas y ya me recordaban el trabajo de parto con Tahiel. No
me acuerdo si ahí me fui al inodoro o ya empecé a llenar la bañadera. Javi
seguía controlando el tiempo. De repente el dolor empezó a ser más fuerte, lo
que era cada 10 minutos comenzó a acelerarse muchísimo. En cada contracción
gritaba bastante, ni pensaba en que Tahi estaba durmiendo y me acuerdo que me decía
a mi misma, ¿qué estoy haciendo? ¿Por que no me están poniendo la peri? ¿Cómo
pude haber elegido parir en casa??? Je je. Pasaba la contracción y me decía,
está todo bien, está todo bien. Inti se estaba haciendo notar, se abría camino
y nadie podía impedirlo. Ahí me metí en la bañadera pero como que no sabía si
meterme o dejar la ducha que me de en la cintura que me ayudaba bastante.
Entonces Javi llamó a Fran. A todo esto Javi estaba super tranquilo o al menos
eso era lo que a mi me demostraba. Habla con Fran y le dice cada cuanto eran
las contracciones que a esa altura ya eran cada 7 u 8 minutos. Y corta. Y le
digo, ¿no le dijiste que venga? No, le conté nada más. Mejor, decile que venga! Serían alrededor de
las 4.30 hs.
A partir de ese momento todo se precipito aún más.
Creo que de 7 u 8 minutos pasaron directamente a cada 3 o 4 minutos. Cada
contracción era más dolorosa y me parecía que no la iba a poder soportar, pero
pasaban, pasaban como olas y Javi me avisaba, ahí está por venir la próxima.
Hasta ahí el dolor era parecido al que había vivido en el parto con Tahiel pero
de repente, sentí algo adentro mío que se abría, que hacía un crac como quebrándose y me dije ah…no, esto es distinto. Esto era
justamente lo que yo quería sentir, lo que aquella anestesia me había dormido
en el parto de Tahiel, y ahí pensé esta chiquita sí que está haciendo fuerza,
sí que se está haciendo su camino y nadie la para! Y la verdad que me puse un poco nerviosa porque
nuestra idea no había sido parir solos. Si bien siempre habíamos preguntado qué
teníamos que hacer, no era lo que había imaginado. Y ahí le pedi a Javi que lo llame a Fran a ver
por donde estaban, que yo ya sentía la cabeza que me hacía fuerza!!!!
Al mismo tiempo me acordaba de las palabras de
Dani, la partera, que nos había dicho si nace y nosotros no estamos es porque
está todo bien, es porque no hubo ninguna dificultad, nada inconciente tampoco
que te impida parir. Y evidentemente estaba todo bien. Javi lo llama a Fran y me dice están cerca.
Pero Inti no quería esperarlos. Yo lo miraba a Javi que seguía controlando el
tiempo y no sé si con palabras o sólo con la mirada le decía, ya viene, ya
viene, no lo puedo evitar! Y él si con palabras y también con sus ojos me
miraba y me decía, tranquila, tranquila que está todo bien, estamos juntos.
Para mi el pujo era algo que venía junto a la contracción sin pensarlo, totalmente
involuntario, era como que ella iba haciendo fuerza sola, yo simplemente la
acompañaba en ese vaiven.
Y a la próxima contracción sí sentí que su cabeza
bajaba aún más. Atiné a incorporarme un poco porque no me sentía tranquila para
que naciera en el agua, quizás si estaba acompañada por los parteros si, pero
solos preferí que no, así que quede medio en cuclillas. Y… de repente escucho
su llanto! Un llanto bajito y silencioso al mismo tiempo, pero avisando acá
estoy! Soy yo! Su cabeza había salido!
Javi me dice, ahí está, ahí está. Y yo, agarrala, sacala, sacala!!! Y el
que seguía con su paz, me dice, no espera, espera que vos la tenés que pujar. Ella
tiene que salir sola. Yo sabía que tenía que esperar pero en ese momento no
podía creer lo que estaba pasando. Tener su cabecita ahí, saber que ya estaba
saliendo al mundo, fueron unos segundos que me parecieron eternos. El tiempo se
detuvo mientras ella volvía a tomar fuerzas para su último envión. Yo pensaba
no me vienen las ganas de pujar! Pero a
los segundos si! El alivio de ver todo su cuerpo deslizándose y Javi que la
agarra y me la da! Tan hermosa, tan chiquita. Inti, nuestro sol, había nacido
sola, había confiado en nosotros, en que íbamos a poder. Tenía una mezcla de
felicidad absoluta y de nervios!!! Estábamos solos y pudimos parir a nuestra
hija! Las palabras de Dani se hicieron reales. Si nace es que está todo bien. Y
ahí estaba Inti que no lloraba o si lo hacía era apenitas. Muy tranquila.
Divina. Enseguida la arropamos con toallas y Javi llamó a Fran para contarle
que había nacido. El nos sugirió que nos moviéramos a nuestra pieza. Y
despacito nos fuimos caminando hasta la cama y ahí me senté en la punta a ver
si podía darle la teta pero Inti estaba muy tranquila, se ve que estaba más
cansada que hambrienta así que me la deje bien cerquita mío dándole calorcito,
piel con piel. Y Javi me avisa que Tahiel se había despertado así que lo fue a
buscar para que conociera a su hermana. Y ahí si fue la felicidad completa, los
4 juntos, Tahi un dulce total acariciándome, preguntándome cómo estaba,
queriendo ver a Inti sin poder salir de su asombro. Ya nació! Ya nació! Decía a
cada rato.
Fran y Dani ya habían llegado, apenas llegamos a la
cama estaba el mensajito de ellos que estaban abajo. Estuvieron divinos, Dani
me hizo unos masajitos muy lindos en la espalda y me sostuvieron para que
expulsara la placenta. Luego Javi con la ayuda de Fran cortaron el cordón y yo
ya con menos dolor me pude acomodar bien en la cama con Inti bien cerquita. De
a poco se fue prendiendo a la teta. Desayunamos tranqui, la pesamos y no
teníamos mucho más para hacer, solo disfrutar y disfrutar. Habíamos podido
tener el parto que imaginamos, mucho mejor que eso. ¿Qué más podíamos pedir?
Nos sacamos muchas fotos y nos quedamos descansando los 4 en la cama grande,
justo, justo como yo quería sin horarios, sin tener que separarnos, sin que
nadie nos diga lo que teníamos que hacer. Los 4 solos para darnos solo amor.
Por eso cuando dicen que te van a enseñar como
pujar… ninguna mujer necesita aprender a pujar, es un saber que tenemos más
allá de nosotras mismas, nuestro cuerpo sabe y sobre todo, los bebes saben.
Tenemos que dejarnos guiar por ellos, nada más simple que eso. Gracias Inti por
saber guiarme, por no haberte desesperado, por confiar, por dejarte llevar.
Gracias Tahiel por ser mi primer maestro en la maternidad, por dejarme aprender
de vos, por ser mi guía, por ser como sos y gracias Javi por acompañarme en
esta decisión, por tu calma, tu grandeza y tu amor.
Por supuesto que agradezco y recomiendo al equipo
de Parir en Casa que siempre estuvieron y están en todos los momentos que los
necesitamos. Gracias!
http://parirencasa.blogspot.com.ar/